La Federación de Asociaciones de inspectores e inspectoras de Educación (ADIDE-F) valora positivamente, en líneas generales, el acuerdo alcanzado por la conferencia sectorial del 27 de agosto, pues supone un marco común que compromete a las distintas Administraciones a afrontar la crisis sanitaria en el marco educativo con nuevas medidas y, relativamente, mejores garantías de seguridad para los centros.
Más concretamente, con respecto a los acuerdos realizamos las siguientes consideraciones:
Desde el inicio de la crisis sanitaria, ADIDE Federación ha venido reclamando la aportación de recursos materiales y personales extraordinarios que permitieran conjugar la seguridad con el deseado regreso generalizado a las aulas.
También pusimos de manifiesto que cumplir con las exigentes medidas de seguridad que requiere la lucha frente a la COVID-19, se convertía a la vez en una oportunidad para profundizar en la modernización de nuestro sistema educativo, adaptando el currículo, elevando la inversión y proporcionando a los centros educativos más y mejores recursos materiales y personales. La contratación de más profesorado, la reducción de las ratios y la mejora de las instalaciones de los centros educativos no puede demorarse ni un segundo más. Y es indudable que el tiempo perdido en épocas anteriores en atender este déficit ha jugado en nuestra contra.
Es por lo que, analizando el acuerdo presentado hubiéramos deseado mayor valentía y decisión a la hora de atender los problemas estructurales que presenta la Educación en nuestro país y que, curso tras curso, se postergan en el tiempo. Es necesario y urgente que las medidas que se implementen vayan en la línea de hacer de la modernización de nuestro sistema educativo un problema de Estado que, fuera de luchas partidistas, asegure unos mínimos de inversión por parte de las Administraciones educativas.
Entendemos que el consenso conseguido es un acuerdo de mínimos posibles. No obstante, echamos en falta la referencia, aunque sea general, a la previsión de establecer unas ratios de alumnado tal y como aconsejan todos los especialistas (nunca superior a los veinte alumnos) y que permitiera sin excepción la posibilidad de establecer grupos de convivencia estables o alternativamente, el respeto a las distancias de seguridad prescritas, como elemento para minimizar los riesgos o controlar los posibles brotes. Del mismo modo, en coordinación con la conferencia sectorial de educación también hubiera sido conveniente establecer un marco común de indicadores cuantitativos y umbrales sanitarios que sirvan para la toma de decisiones en las distintas administraciones. En función de ello, debiera preverse también la posibilidad de flexibilizar o escalonar los reinicios del curso, incluso atendiendo a situaciones zonales.
Consideramos también que es necesario desarrollar los acuerdos comunes en la línea de lo anunciado en la conferencia sectorial del 11 de junio. Es imprescindible planificar y legislar adecuadamente la respuesta educativa compensatoria a los efectos de los dos trimestres del curso pasado y a la posibilidad de que vuelvan a imponerse periodos no presenciales, en relación con el alumnado desfavorecido, la brecha digital, las formas de evaluación y el currículo en las distintas enseñanzas.
Somos conscientes de las dificultades, pero somos también conocedores de la fortaleza que tienen nuestros equipos docentes. No nos cabe ninguna duda de que toda la comunidad educativa, inspectoras e inspectores incluidos, darán lo mejor que tienen para que el regreso a las aulas se realice en las mejores condiciones de seguridad y beneficio educativo. Ante las adversidades siempre hemos demostrado que la gran fortaleza de nuestro sistema está en los profesionales de la educación. De igual forma, no tenemos duda de que el alumnado y las familias van a responder de igual forma con responsabilidad colaborando con los equipos directivos y el profesorado. Así, entendiendo la normal preocupación que pueden tener ante la vuelta a las aulas, somos también conocedores de que son los primeros en valorar la importancia que tiene la Educación para el futuro de sus hijos e hijas y que su aportación e implicación es imprescindible para que el regreso a las aulas sea el que todos queremos, es decir, seguro.
Ahora resta, que las Administraciones educativas, todas a una, no escatimen la ayuda necesaria, dando el apoyo y respaldo necesario a las necesidades que les hagan llegar los equipos directivos para que los centros educativos sean espacios seguros. Aún están a tiempo, aún estamos todos a tiempo.
COMISIÓN PERMANENTE ADIDE-Federación
29/08/2020
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